domingo, 20 de julio de 2014

MEMORY AND TRASCENDENCE

Memory and Trascendence 


El Día en que Murió la Música marca un final abrupto al primer oleaje del Rock and Roll de la década de 1950. Buddy Holly, Ritchie Valens, y The Big Bopper dejan de ser rockstars para convertirse en un fenómeno de la memoria a partir del hecho anclado del accidente aéreo. En general, las sociedades humanas suelen realizar sus procesos de mnemotecnia respecto a hechos históricos a partir de sucesos convulsivos que fijan a un objeto (personas o cosas) como valor único dentro de la memoria. Un caso evidente es el de estas tres estrellas del rock and roll, que adquieren una valoración trascendental luego de su desaparición física producto del accidente mencionado anteriormente. Esto se debe a que los procesos de codificación de la memoria suelen destacar aquellos hechos cuya significancia responde al inicio, clímax, cierre o ruptura de un ciclo, para luego anclarlo de manera permanente como un archivo que muestra el pasado.

Entonces, luego del 2 de febrero de 1959 Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper se revalorizan como testimonios intangibles de sí mismos y adquieren una importancia tan contundente que los establece dentro de la memoria de identidad cultural, en el caso especifico de la cultura del rock and roll. En otras palabras, pasan a ser referentes directos que identifican una época, un estilo de música, un personaje y una cultura. Ante la prominencia que implican a partir de entonces estos tres personajes –luego de su muerte dejan de ser personas para convertirse en personajes icónicos-, los 2 de febrero de las décadas posteriores hasta nuestros días, se convierten en fechas históricas que conmemoran la vida y obra de cada uno de ellos, por lo cual, se realizan numerosos homenajes para este día alrededor del mundo.

Monumentos que son levantados sobre la imagen de estos tres músicos.

Por otra parte, ocurrido el accidente se erigen casi inmediatamente una serie de monumentos de Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper en distintos lugares de Estados Unidos a manera de conmemoración. Estos monumentos se siguen erigiendo hasta hoy día. Por tanto, a partir de todo lo antes mencionado, se ha logrado conservar la imagen de estos tres personajes en el tiempo (imagen-tiempo), debido a que la sociedad ha utilizado la mnemotecnia con el fin de la distribución, es decir, ha buscado conservar y diseminar al mismo tiempo el fenómeno de Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper. Un ejemplo de este proceso de conservación y diseminación es la inclusión de estos tres músicos en el Salón de la Fama del Rock and Roll, Buddy Holly ingresa en 1986 siendo uno de los primeros, y Ritchie Valens en 2001.

No obstante, la trascendencia de cada uno de ellos no sólo corresponde a un imaginario, sino también a las influencias o marcas que dejan a las generaciones musicales posteriores. Buddy Holly trasciende musicalmente con sus marcas musicales respectivas: la fusión con ritmos tradicionales del oeste estadounidense, además de la inclusión de otros instrumentos poco convencionales en el género como por ejemplo la celesta o las percusiones latinas constantemente involucradas en muchos de sus temas, además de su característico hipo y gemido vocal a la hora de cantar. Estas marcas únicas terminan influenciando posteriormente a músicos como The Beatles, The Hollies, The Beach Boys, The Rolling Stones, Don McLean y Bob Dylan, entre otros. Por su parte, The Big Bopper establece su marca para las generaciones posteriores por medio del acto performantico al momento de cantar, cosa que tomará como referencia la generación de los 80. 


Lentes de Buddy Holly.

Por último, Ritchie Valens juega un papel por demás importante por ser el primero en interpretar rock and roll en español, lo cual genera como consecuencia un boom de este género musical que se expande por todos los países de habla hispana; en el caso especifico de Venezuela las marcas de estos tres músicos (a partir de la aportación especifica de Ritchie Valens) se evidencian en las bandas que entran en boga en la década de los 60: Los Impala, Los Claners, Los Supersónicos, Los Dangers, Los Darts, Los 007, The Blonders, Trino Mora, Los Menphis, y Grupo Mañana.

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